Este viaje comenzó con la inquietud de comprender cómo funcionaba el cuerpo humano y como se podían curar las enfermedades. Así encontré mi primer amor, las Ciencias Naturales o la Biología como es más conocida. Un recorrido más amplio me llevó a descubrir la Química, disciplina que me enseñó a mezclar las sustancias y comprender los procesos. La unión de ambas me condujo a la Bioquímica, que se convirtió en mi primera profesión. Posteriormente descubrí que la Bioquímica es una columna vertebral, de la que parten muchas otras disciplinas que aplican sus principios. Una de ellas me brindó un encuentro mágico con lo invisible, el mundo microscópico. Así, me apasioné por las células y los organismos más pequeños, convirtiéndome en Microbiólogo.
La Microbiología me sirvió de puente para llegar a conocer mi gran vocación, la docencia. Compartir los conocimientos y facilitar los procesos de aprendizaje, es cada día una gran pasión. Descubrir esta vocación, se cruzó con dos caminos que me han acompañado incesantemente, el arte y el estudio de los lenguajes simbólicos. Los símbolos al igual que los microorganismos, me llevaron de nuevo al mundo invisible. El arte de un modo similar, me llevo a su vez a lo intangible.
Los tres caminos -la ciencia, el arte y lo simbólico- desembocaron con el tiempo en un proceso personal importantísimo, hacer psique o hacer alma. Este proceso que partió de buscar mis propias respuestas, me llevo a amalgamar a través de una alquimia maravillosa un concepto más amplio de salud. Concepto que ya era conocido por culturas milenarias, pero que cada día cobra más vigencia en nuestra mundo occidental: la salud integral. Entendiendo ésta, como la integración de cuerpo, mente y emoción.
En este sentido me defino como un Educador y un Terapeuta. Promulgo el autoconocimiento como la base fundamental del proceso de salud integral. Saber quién soy- con sus fortalezas y debilidades, con mi luz y mi sombra- me permite ser coherente, íntegro y actuar en consecuencia con mi ser. Lo que se traduce como una unidad entre el sentir, el pensar y el hacer. Desde esta perspectiva, conocer el perfil emocional de cada individuo y utilizar herramientas terapéuticas que permitan equilibrarlo, llevan a trabajar esta concepción de salud integral.
En consonancia con esta idea he desarrollado un proyecto de vida, al que he bautizado como la Escuela de JdJ. Este proyecto se vincula con tres áreas principales: Psique Creativa, la Escuela de Símbolos y Arquetipos (ESA), y la Consultoría de desarrollo individual y organizacional.
Psique creativa es un proyecto de reflexión y autoconocimiento, apoyado en el uso terapéutico de los símbolos y el arte.
La Escuela de Símbolos y Arquetipos es un proyecto de difusión de los conocimientos provenientes de diferentes áreas, para apoyar la adquisición de herramientas que permitan el "Conócete a ti mismo". La intención es promulgar un proceso de acción-reflexión-acción, que genere un diálogo creativo del individuo consigo mismo.
La Consultoría de Desarrollo personal y Organizacional, aspira a brindarle herramientas terapéuticas tanto a los individuos como a los grupos, a fin de promover la salud integral.
¡Bienvenidos a este viaje!
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